La expansión minera en Bolivia está poniendo en riesgo valiosas áreas naturales protegidas debido a la cantidad de solicitudes para realizar operaciones extractivas en zonas intangibles. Según un informe del Centro de Documentación e Información Bolivia (CEDIB), actualmente existen más de 100 solicitudes de operaciones mineras que afectarían parques nacionales y otras áreas de cuidado ambiental.
De acuerdo al estudio, estos pedidos tienen el potencial de impactar 6 millones de hectáreas si se concretan las operaciones. Los departamentos más afectados serían Santa Cruz, La Paz y Potosí, donde se ubican parques nacionales como Amboró, Madidi y Sajama respectivamente.
Expertos ambientalistas advierten que permitir la minería en áreas protegidas tendría consecuencias irreversibles en ecosistemas frágiles que albergan una gran biodiversidad. Además, se pondría en riesgo el acceso al agua y se afectarían comunidades indígenas.
Ante esta situación, organizaciones ecologistas hicieron un llamado al gobierno de Luis Arce para que no otorgue dichos derechos mineros y se priorice la conservación de las áreas protegidas. Asimismo, pidieron transparentar las solicitudes mineras y someterlas a consulta previa cuando corresponda según la normativa ambiental.
De no mediar un freno a estas solicitudes, Bolivia podría hipotecar parte importante de su riqueza natural en ecosistemas únicos. El desafío será encontrar el difícil equilibrio entre la actividad extractiva y la protección ambiental.
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