El sector del transporte pesado en Bolivia ha denunciado el incumplimiento de un acuerdo gubernamental sobre el suministro de diésel, desencadenando una crisis que afecta a conductores y empresas. La falta de combustible ha llevado a largas filas en las estaciones y a la declaración de estado de emergencia por parte de los transportistas.
Desde el miércoles pasado, la falta de diésel ha provocado largas filas de camiones y buses en las estaciones de servicio a lo largo del país. Los transportistas han denunciado que el Gobierno no ha cumplido con el convenio establecido el 26 de junio, que garantizaba la provisión regular del carburante.
Hugo Ramos, dirigente del Transporte Pesado, afirmó que a pesar de las promesas oficiales, la escasez de combustible persiste y se agrava durante los fines de semana. “El Transporte Pesado está en estado de emergencia”, declaró Ramos, añadiendo que los choferes enfrentan largas horas de espera para obtener diésel, lo que afecta gravemente su capacidad para operar y cumplir con sus obligaciones financieras.
El 26 de junio, el sector levantó un bloqueo de carreteras tras llegar a un acuerdo con el Gobierno. Entre los compromisos asumidos estaba la provisión regular de carburantes y facilidades para el acceso a dólares. Sin embargo, según Jorge Gutiérrez, ejecutivo de la Cámara Departamental del Transporte Pesado de Oruro, el convenio solo sirvió para desmovilizar al sector. Gutiérrez destacó que la situación del combustible ha empeorado, con demoras de hasta dos días para conseguirlo y un aumento en el precio del dólar.
En respuesta, el ministro de Obras Públicas, Edgar Montaño, aseguró que su ministerio está en constante comunicación con los líderes del transporte y atribuyó la crisis a motivaciones políticas de algunos dirigentes que buscan beneficios electorales mediante la conflictividad. Montaño también desestimó las acusaciones, sugiriendo que la situación es utilizada por unos pocos para obtener apoyo político.
Ramos rechazó estas afirmaciones, acusando al ministro de desinformar sobre la situación real del sector. Además, el dirigente expresó la intención de convocar a un ampliado nacional para definir medidas de acción, que podrían incluir bloqueos de carreteras, y demandó la destitución de Montaño. La tensión aumentó tras la publicación de un video en TikTok en el que el ministro celebraba la suspensión de un paro del sector, lo que fue visto como una burla hacia la seriedad de la crisis.
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