Poco, pero algo se mueve. El tiempo pasa y las opciones se van consolidando, y es que aunque algunos insistan en que la unidad es indispensable hay quien no lo ve así.

El primero de ellos es Manfred Reyes Villa, que está organizando su campaña en base a conceptos sencillos – mano dura, dólar, país rico, hombres fuertes – y que ya ha dicho que no buscará alianzas.

El segundo es Carlos Mesa, que ya las despreció en 2019 y 2020 y que parece mantener su argumento: “la unidad la hace la gente”, pero que en sus propias filas advierten que es solo una estrategia para negociar después de igual a igual con lo que salga del otro bloque, porque no se estima que el líder de Comunidad Ciudadana vuelva a ser candidato.

El tercero es Samuel Doria Medina, que mantiene su libreto “Basta” con actividad frenética en redes sociales y televisiones, pero que mantiene vínculos con la propuesta de “unidad disputada” a ver lo que sale: el empresario no quiere que le pase lo de 2019, donde forjó una alianza con Demócratas que. después, lo vetaron de la fórmula presidencial.

Esta semana se llevó adelante el evento «Unidad Disputada» donde partidos como Cambio 25, MNR, Una Bolivia de otro modo, Al Bus, Primero La Gente, Partido Liberal Boliviano y Unidad Nacional, bajo la coordinación del diputado Miguel Roca aceptaron la propuesta de Ronald McLean de utilizar una App para elegir al candidato único de la oposición. Es un primer paso que choca sin embargo con el otro planteamiento radical que señala que antes de hablar de nombres se debería hablar del programa. Veremos.

///EL PAIS////