La falta de diésel ha perjudicado significativamente la siembra de arroz en Bolivia, especialmente en regiones como el Beni, donde las lluvias y el retraso en el abastecimiento han impedido completar el proceso. Según productores, solo se habría sembrado el 50% del área planificada, lo que anticipa una posible escasez del grano para el próximo año.

“Los productores estamos viviendo una pesadilla (…). Es muy probable que el arroz escasee y no alcance para el consumo interno”, señaló un representante del sector, alertando sobre la necesidad de recurrir a importaciones, como ya ocurre con otros productos.

La Cainco también advirtió que la intermitencia en la distribución de diésel amenaza con generar una crisis alimentaria, afectando tanto el consumo interno como las exportaciones y la generación de divisas. Jean Pierre Antelo, presidente de la entidad, destacó la urgencia de completar la siembra de verano en los próximos 20 días para evitar consecuencias económicas graves.

El país enfrenta problemas en el suministro de combustibles debido a la caída en la producción hidrocarburífera, la dependencia de las importaciones y la falta de dólares, lo que complica la situación para el sector productivo, que simultáneamente lidia con siembra y cosecha.