En lo que va del año, ocho militares murieron y 15 resultaron heridos en la lucha contra el contrabando, informó el comandante del Comando Estratégico Operacional (CEO-LCC), coronel Félix Sandro Gutiérrez. Además, tres vehículos oficiales fueron quemados durante emboscadas por contrabandistas. Gutiérrez lamentó la falta de apoyo de la población, afirmando: «Nosotros cumplimos nuestro trabajo, pero cuando los contrabandistas queman y emboscan, la población se queda callada».

Pese a los desafíos, los operativos fronterizos lograron avances significativos. Según el comandante, se decomisaron productos de línea negra y blanca, como televisores y electrodomésticos, además de más de 20 camiones con ropa usada. En los últimos meses, las acciones se centraron en el contrabando inverso, confiscando cerca de 15 camiones con alimentos como harina, azúcar y arroz, evitando su salida hacia países vecinos.

El gobierno reforzó los controles en zonas críticas, como Desaguadero, frontera con Perú. El presidente Luis Arce inspeccionó personalmente las acciones para frenar el tráfico de alimentos subvencionados, que solo este fin de semana representaron un impacto económico de 1,5 millones de bolivianos. Las autoridades trabajan en conjunto con comunidades locales para cerrar pasos clandestinos y proteger el mercado interno.