Un peritaje técnico concluyó que la bóveda del río Pasajahuira, colapsada en Bajo Llojeta, permaneció taponada durante todo 2024 por falta de mantenimiento de la Alcaldía de La Paz. Materiales como tierra, escombros, llantas y vehículos abandonados obstruyeron el flujo de agua, agravando los efectos de las lluvias intensas en noviembre.

El ingeniero Mario Galindo señaló que el bloqueo total del embovedado fue el factor clave que desató la tragedia, inundando viviendas y avenidas. Además, criticó la falta de planes anuales de limpieza que en gestiones anteriores se realizaban con maquinaria pesada. Este descuido municipal coincidió con deficiencias estructurales del embovedado, construido hace más de 20 años.

El informe subrayó que las familias afectadas eran las menos responsables del desastre. Las imágenes capturadas muestran que el deslizamiento ocurrido aguas arriba no fue la causa directa de las inundaciones en las zonas afectadas, sino el embovedado bloqueado.