Las lluvias persistentes en Cochabamba, junto con el mal uso del sistema de alcantarillado y basura en la vía pública, aumentan el riesgo de inundaciones en la ciudad. Dennis Rosales, jefe de la Unidad de Gestión de Riesgos (UGR), informó que la alerta naranja se mantiene hasta el 23 de enero. Con 200 trabajadores desplegados, se atendieron emergencias como inundaciones en la avenida Panamericana sur, mitigadas parcialmente gracias a nuevos sistemas de drenaje. Sin embargo, rebalses como los ocurridos en la avenida Cabildo evidencian que un 80% de las viviendas conecta indebidamente su desagüe pluvial al alcantarillado sanitario.
En Takoloma, una falla geológica empeoró tras las lluvias, registrando desplazamientos de hasta dos metros, lo que amenaza con derrumbes. Medio centenar de casas están “a punto de colapsar”, y la Alcaldía insiste en trasladar a los habitantes a albergues temporales habilitados. Mientras tanto, se avanza en la planificación de lotes seguros en Uspha Uspha, donde estudios de suelo garantizan estabilidad.
El Alcalde comprometió reubicaciones definitivas con el apoyo de la Agencia Estatal de Vivienda, pero este proceso tomará entre 6 y 9 meses. La urgencia radica en proteger a las familias restantes mientras se estabiliza la zona y se mitigan riesgos a futuro.
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