En Cochabamba, amas de casa y vecinos han expresado su preocupación debido a la reducción en el tamaño y peso del pan de batalla, uno de los productos más consumidos en la región. A pesar de que su precio se mantiene en 50 centavos por unidad, muchas personas han notado que las unidades de pan que adquieren no cumplen con el peso estipulado por la normativa vigente, que establece que debe oscilar entre los 60 y 70 gramos. Esta diferencia en el peso del pan podría estar afectando a las familias de bajos recursos, que dependen de este alimento básico para su dieta diaria.

La situación fue verificada en un operativo realizado por la Defensa del Consumidor en el mercado Calatayud de Cochabamba, donde se observó que algunas unidades de pan no cumplían con el peso mínimo establecido. Un ejemplo claro fue una tortilla que pesó 47 gramos, es decir, 15 gramos menos de lo permitido. Sin embargo, variedades como la marraqueta y el pan toco sí se ajustaron al rango permitido. Las autoridades locales han explicado que esto podría ser un incumplimiento por parte de algunos panaderos y han asegurado que continuarán con las inspecciones para verificar el cumplimiento de las normativas de calidad y garantizar que los consumidores reciban la cantidad adecuada de pan por el precio que pagan.

Las autoridades municipales y la Defensa del Consumidor han reiterado su compromiso en asegurar el abastecimiento adecuado de pan en los mercados locales y han advertido que se tomarán medidas contra aquellos que no cumplan con la normativa. Mientras tanto, los vecinos continúan alertando sobre los posibles efectos de este incumplimiento, especialmente en un contexto de inflación y aumento de costos en productos básicos, lo que afecta a la canasta familiar.