El gobierno boliviano expresó su rechazo al proyecto argentino de construir una valla de 200 metros en la frontera con Bolivia, denunciando vulneraciones a tratados internacionales y principios de convivencia pacífica. La ministra de la Presidencia, María Nela Prada, afirmó que la Cancillería evaluará las implicaciones y tomará contacto con las autoridades argentinas. Por su parte, el ministro de Justicia, César Siles, condenó la medida, instando al presidente argentino, Javier Milei, a reconsiderarla. Además, Bolivia espera pronunciamientos de organismos internacionales como la ONU y la OEA.
El proyecto, parte del Plan Güemes, incluye un alambrado de tres metros de altura con púas, que se extenderá desde Aguas Blancas hasta la terminal de buses de Salta. Según el gobierno argentino, busca combatir el narcotráfico y el cruce irregular en esta zona considerada crítica. Sin embargo, Bolivia no fue informada a través del Comité Binacional de Frontera, lo que agrava las tensiones diplomáticas. Autoridades argentinas, como el interventor de Aguas Blancas, Adrián Zigarán, defendieron la medida, criticando la reacción boliviana como un “exceso”.
El deterioro en las relaciones entre ambos países se hace evidente, afectando no solo las gestiones fronterizas, sino también a ciudadanos bolivianos que trabajan y acceden a servicios en Argentina. Bolivia, que movilizó 10.000 militares para combatir el contrabando, busca ahora fortalecer el diálogo binacional y evitar un mayor distanciamiento con su vecino.
Comentarios Recientes