En Santa Cruz, un bloqueo del transporte urbano detuvo el acceso de decenas de cisternas a la refinería de Palmasola. La situación se tornó crítica cuando los conductores de cisternas se vieron «imposibilitados de poder descargar el combustible». Durante la noche, pudieron sortear el bloqueo, utilizando rutas alternas para finalmente llegar a su destino. Esta acción permitió que se restableciera parcialmente el suministro, aunque el bloqueo todavía presentaba problemas significativos para el transporte de combustible.

Según un informe de la Red Uno de Bolivia, los conductores indicaron que el bloqueo les había perjudicado considerablemente. La desesperación aumentaba ya que «no pueden trasladar el combustible hasta los surtidores». La presión se mantenía sobre las autoridades y transportistas para encontrar una solución definitiva que no solo resuelva este evento sino también evite futuros inconvenientes que afecten el abastecimiento en la región.

Desde la refinería, aseguraron que el «combustible es normal luego de encontrar rutas alternas». Las salidas de las cisternas fueron restablecidas completamente durante la noche, demostrando que, a pesar de los bloqueos, pudieron adaptarse rápidamente. Esto destacó la capacidad y resiliencia del equipo de la refinería y de los conductores para enfrentar y superar adversidades logísticas.