El sentenciado deberá cumplir un tratamiento psicológico y enfrentar costas procesales.
La justicia boliviana dictó una condena de tres años de cárcel contra Hugo Espinoza por el caso de discriminación cometido contra Emilia M.T. y su nieto de 4 años, quienes recolectaban tunas en un área verde del barrio Achumani, en la zona sur de La Paz. El fallo fue emitido mediante Resolución 61/2025, que admitió el procedimiento abreviado al que Espinoza se sometió tras reconocer su responsabilidad en los hechos.
“Con base en las pruebas existentes, la autoridad jurisdiccional competente condenó al señor Hugo Espinoza Gutiérrez a tres años de privación de libertad en el recinto penitenciario de San Pedro, más costas procesales”, informó el Ministerio de Justicia. Sin embargo, la pena fue suspendida condicionalmente, permitiendo que el sentenciado evite el ingreso a prisión siempre que cumpla con ciertas condiciones, entre ellas, un tratamiento psicológico obligatorio.
El proceso fue impulsado por el Servicio Plurinacional de Asistencia a la Víctima (Sepdav), como parte de las acciones para defender los derechos fundamentales y combatir la discriminación, según reportó la Agencia Boliviana de Información (ABI). Espinoza había sido detenido el 17 de enero y permanecía bajo arresto domiciliario hasta el fallo.
Durante el juicio, el ahora sentenciado aceptó su participación en el acto discriminatorio denunciado, lo que facilitó la aplicación del procedimiento abreviado. Este mecanismo permite resolver casos de manera más rápida cuando el acusado admite su culpabilidad.
El caso cobró notoriedad pública debido a la indignación generada por el trato recibido por Emilia y su nieto, quienes fueron increpados mientras recolectaban tunas, una actividad cultural y ancestral en diversas regiones del país. En una declaración previa, Emilia expresó su perdón hacia Espinoza: “Yo lo disculpo con todo mi corazón”, destacando así su deseo de cerrar el episodio con un mensaje de reconciliación.
Este fallo refuerza el compromiso del sistema judicial boliviano con la lucha contra la discriminación y la promoción de los derechos humanos, enviando un claro mensaje sobre la importancia de respetar la dignidad de todas las personas, independientemente de su origen o actividad.
La sentencia también marca un precedente significativo en la aplicación de medidas correctivas, como el tratamiento psicológico, para abordar conductas discriminatorias desde su raíz.
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