La salud del papa Francisco, de 88 años, ha sido motivo de gran preocupación después de que el Vaticano anunciara su hospitalización debido a una neumonía bilateral. Según el director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni, «el papa Francisco está de buen ánimo a pesar del diagnóstico complejo». La neumonía ha requerido un tratamiento farmacológico intensivo, pero el pontífice continúa con sus responsabilidades desde el hospital Gemelli.
El Vaticano detalló que el papa sigue desempeñando sus funciones y recibiendo documentos importantes en su habitación. «Son sus secretarias las que viajan de un lado a otro a su habitación en el décimo piso del hospital Gemelli, con los documentos que necesita consultar», informó la agencia ANSA. En los últimos días, el papa ha enviado un mensaje a la Facultad Teológica del Triveneto y aceptó la renuncia de Monseñor Jean-Pierre Blais al gobierno pastoral de la diócesis de Baie-Comeau.
El diagnóstico de neumonía bilateral se confirmó tras un TAC torácico, que mostró una infección polimicrobiana en un contexto de bronquiectasia y bronquitis asmática, complicando su tratamiento. Pese a estos desafíos, el boletín médico vespertino del Vaticano señaló que «el papa Francisco está de buen humor». Su hospitalización ha reavivado el debate sobre su salud y su capacidad para seguir cumpliendo con su apretada agenda durante el año jubilar de la Iglesia católica.
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