El papa Francisco continúa internado en el hospital Gemelli de Roma por una neumonía bilateral. Según fuentes vaticanas, pasó una noche tranquila, desayunó con normalidad y se trasladó a un sillón. Se espera que hoy se conozcan los resultados de una nueva tomografía computarizada (TAC), clave para evaluar su estado de salud. Aunque su condición sigue siendo crítica, se mantiene estable y con insuficiencia renal leve, bajo control médico.

A pesar de su internación, el pontífice sigue trabajando desde su habitación. Ha firmado nombramientos, decretos de canonización y cambios en la administración del Vaticano. También ha reducido levemente el flujo de oxígeno en su tratamiento. El lunes se reunió con el secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, y el sustituto de la Secretaría de Estado, Edgar Peña Parra, para tratar asuntos vaticanos.

Mientras tanto, cardenales, miembros de la Curia y fieles continúan rezando por su recuperación. Cada noche se realiza el rezo del rosario en la Plaza de San Pedro. La incertidumbre sobre su salud mantiene en alerta al Vaticano y a la comunidad católica mundial.