El líder de Unidad Nacional lanza propuestas para el cambio y critica la gestión del gobierno en economía y empresas estatales

«Creo que tengo una ventaja sobre el resto», afirmó Samuel Doria Medina al insistir en su aspiración de convertirse en el candidato de la oposición en las próximas elecciones presidenciales. En su estrategia, se distancia de sus competidores internos, como Jorge Quiroga y Manfred Reyes Villa, subrayando que ha trabajado en Bolivia durante 20 años, a diferencia de ellos, quienes, según él, «vienen de vacaciones».

El empresario y líder de Unidad Nacional (UN) busca consolidarse como la principal opción para enfrentar al oficialismo, consciente de que primero debe superar a otros actores dentro del bloque opositor, y luego medir fuerzas contra el presidente Luis Arce y figuras clave del MAS como Andrónico Rodríguez.

Críticas al oficialismo y a la gestión del Estado

Doria Medina ha intensificado sus críticas al gobierno, especialmente a la situación económica y la administración estatal. En días recientes, el candidato opositor ha presentado propuestas para Chuquisaca, subrayando la necesidad de un cambio de rumbo en el país.

Una de sus denuncias más fuertes ha sido contra la política antidrogas del gobierno. “El Estado ha cohabitado con el narcotráfico”, afirmó, señalando que los operativos antidrogas no han logrado detenciones significativas. «Se han hecho cientos de operativos y no hay personas detenidas porque les avisan antes», cuestionó. Además, insistió en la necesidad de regular la producción de coca con mayores controles fiscales, asegurando que “los productores legales de coca deben pagar impuestos” y no seguir beneficiándose de un “paraíso fiscal”.

Empresas estatales: pérdidas millonarias y propuestas de reestructuración

Doria Medina también dirigió sus críticas hacia la gestión de las empresas estatales, acusándolas de operar con déficits millonarios. «En la última década, el Tesoro General del Estado ha perdido 46 mil millones de bolivianos, equivalentes a unos siete mil millones de dólares, debido a la mala gestión de estas empresas», afirmó.

El líder de UN reconoció que algunas empresas deberían cerrarse, pero también destacó que otras, como Boliviana de Aviación (BoA) y Fancesa, podrían ser recuperadas. «Necesitamos una aerolínea nacional, pero tiene que ser competitiva y llegar a regiones desatendidas por otras compañías», comentó.

El caso Fancesa: una administración fallida

En relación con Fancesa, empresa en la que fue socio, Doria Medina criticó la intervención estatal y apuntó a que la gestión pública ha sido responsable del declive financiero de la cementera. «Fancesa ha reportado pérdidas millonarias en los últimos tres años», advirtió.

Doria Medina recordó que, durante su administración en la empresa, se impulsó un proyecto de expansión en Santa Cruz, el cual fue bloqueado. «Cuando yo estuve, teníamos el proyecto de hacer una molienda en Santa Cruz, pero se opusieron», explicó.

A pesar de la crisis en Fancesa, Doria Medina se mostró optimista sobre su recuperación, aunque dejó claro que no tiene intención de regresar a la compañía: «Sí se puede recuperar, pero va a tomar tiempo. Yo no voy a volver a Fancesa», concluyó.