Las intensas lluvias han provocado severas inundaciones en Beni, afectando la red vial y poniendo en riesgo la seguridad de múltiples comunidades. La Gobernación declaró desastre departamental mediante un decreto oficial, con el objetivo de garantizar una atención inmediata a las poblaciones damnificadas y activar recursos de emergencia provenientes del Gobierno central. La medida busca mitigar los impactos negativos en la seguridad alimentaria, la biodiversidad y la economía regional.

Los municipios más afectados por la crecida de ríos y las persistentes precipitaciones son San Borja, Rurrenabaque, Reyes, Baures, San Javier y Santa Rosa del Yacuma. En estas localidades, el desbordamiento de cuerpos de agua ha generado graves daños en infraestructuras, interrumpiendo la conexión entre comunidades y dificultando el traslado de alimentos y suministros básicos. La Gobernación, encabezada por Alejandro Unzueta, ha señalado que la emergencia requiere una respuesta inmediata para evitar un agravamiento de la crisis.

El Comité de Operaciones de Emergencia Departamental (COED) está trabajando en conjunto con instancias nacionales y locales para coordinar esfuerzos de asistencia, recuperación y mitigación de los daños. Se están gestionando recursos para la reconstrucción de caminos y la atención de familias afectadas, mientras continúan los monitoreos en las zonas críticas. La prioridad es restaurar la transitabilidad de las rutas y brindar apoyo a las comunidades más vulnerables.