El viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, informó que 859.775 familias de 277 municipios han sido afectadas por las lluvias e inundaciones en Bolivia. De estos municipios, 206 se declararon en desastre y 29 en emergencia. Las intensas precipitaciones destruyeron 2.406 viviendas, dejaron 58 personas fallecidas y 10 desaparecidas, evidenciando la gravedad de la situación climática en el país.

El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) emitió una alerta hidrológica de prioridad naranja en 200 municipios de ocho departamentos, vigente hasta el 1 de mayo. Santa Cruz es el departamento más vulnerable, con 56 municipios en riesgo de sufrir golpes de agua. La alerta se debe al posible desborde de varios ríos importantes como el Bermejo, Piraí, Grande, Chapare, Beni, entre otros, lo que agrava la situación en las zonas rurales y urbanas.

Además, las lluvias provocaron daños en las carreteras. Los tramos San Javier – San Ramón en Beni y Apolo – Charazani en La Paz sufrieron afectaciones, y la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) trabaja en su rehabilitación. Mientras en La Paz ya circulan vehículos pequeños, en Beni se continúan las labores para normalizar el tránsito. En el resto del país, la circulación vehicular se mantiene regular pese a las adversidades climáticas.