Más de 500 policías y militares ingresaron la noche del jueves a Llallagua, norte de Potosí, donde fueron recibidos entre pañuelos blancos, aplausos y la bandera nacional por una población que vivió días de tensión y violencia. La caravana de más de 60 vehículos, encabezada por tanques militares, trajo esperanza a los vecinos tras casi dos semanas de cerco por parte de sectores evistas.
El recibimiento fue emotivo. “Con nuestros hermanos militares, la policía y la población estamos más fortalecidos”, dijo un jefe policial ondeando la bandera boliviana. Una vecina, con lágrimas, expresó: “Siempre pedimos la paz”, mientras agradecía a los uniformados por devolver la tranquilidad. La gente salió a las calles para saludarlos mientras pasaban los vehículos blindados que despejaban las rutas bloqueadas con piedras y tierra.
Este respaldo popular surgió tras jornadas marcadas por el miedo, los saqueos y la escasez. Ante la ausencia del Estado, los vecinos habían levantado barricadas, organizado ollas comunes y se enfrentaron al temor de ataques. La llegada del contingente representó para ellos una garantía de resguardo y una señal de que, al fin, el Estado tomaba el control del conflicto.
- Disminuyen a 9 los puntos del bloqueo evista en el día 13 del conflicto
- Gobierno envía proyecto para diferir deudas de pequeños prestatarios
- GAFI incorpora a Bolivia en la Lista Gris por falta de ley de lucha contra la legitimación de ganancias ilícitas
- Hallan 63 viveros con 14,5 toneladas de marihuana cerca de Llallagua
- Plataforma exige respeto al estado de derecho y garantías para la realización de las elecciones 2025
Comentarios Recientes