La canciller boliviana Celinda Sosa advirtió ante la Organización de Estados Americanos (OEA) que las tensiones políticas y los recientes hechos de violencia en Bolivia están poniendo en riesgo las elecciones generales programadas para el 17 de agosto. Durante su discurso en la Asamblea General del organismo, señaló que el país atraviesa “un momento difícil” y pidió el acompañamiento de una misión de observación electoral para garantizar que se respete la voluntad popular. Aseguró que el Gobierno tiene “la voluntad de proteger los derechos del pueblo boliviano y de garantizar elecciones libres y pacíficas en los plazos establecidos”.

La crisis se ha intensificado por los bloqueos impulsados por seguidores del expresidente Evo Morales, quienes exigen su candidatura pese a que no cuenta con sigla habilitada. El Tribunal Constitucional Plurinacional ya dictaminó que no puede aspirar a un tercer mandato consecutivo. Como consecuencia de estos bloqueos, ordenados desbloqueos han derivado en la muerte de tres policías en Potosí, un agente y un adolescente en Cochabamba. Morales enfrenta ocho denuncias por delitos como terrorismo, instigación pública a delinquir y obstrucción del proceso electoral.

Grupo de WhatsApp

Sosa remarcó que la actual situación vulnera la estabilidad institucional y el derecho al sufragio. Recordó además el precedente de 2019, cuando Morales renunció tras un informe de la OEA que identificó irregularidades en el proceso electoral, lo que derivó en protestas y denuncias de golpe de Estado. El Gobierno espera que el respaldo de una misión internacional evite un escenario similar.