El desvío del caudal del río Desaguadero, la escasez de lluvias y el incremento de la temperatura en la región Andina, afectan la recuperación de los lagos Poopó y Uru Uru, en el departamento de Oruro. Si bien los espejos de agua se incrementaron desde 2015, cuando prácticamente ambos desaparecieron, las autoridades departamentales advierten del descenso de los niveles de agua.

“Hay que recordad que en 2015 y 2021 el espejo de agua del lago Poopó y Uru Uru registraron cero kilómetros de extensión y prácticamente desaparecieron, pero desde la Gobernación hemos tomado medidas de mitigación”, informó a El Deber, el director del servicio departamental de agua y cuencas, Andro Villegas.

Grupo de WhatsApp

El funcionario explicó que, no obstante, de esas medidas de control, el “ciclo hidrológico”, de pocas lluvias, además del desvío de las aguas del río Desaguadero, que se extiende por 13 municipios desde el Lago Titicaca, afectaron la recuperación programada.

De acuerdo al “mapa de seguimiento al espejo de agua”, elaborado con tomas satelitales, en agosto de este año el lago Poopó registró una extensión de 1.449,6 kilómetros cuadrados, lo que representa un incremento de hasta 185%, respecto al mismo mes en 2024, cuando solo hubo una marca de 586,8 kilómetros cuadrados.

En el caso del lago Uru Uru, en el mismo espacio de tiempo, el registro es inverso, pues el espejo de agua disminuyó de 20,3 kilómetros cuadrados, en 2024, a 16,50 kilómetros cuadrado este año.

Entre las medidas de mitigación y control que la Gobernación de Oruro implementó, está la instalación de estaciones meteorológicas y de estaciones de mediciones del nivel del agua, en tiempo real.

Villegas explicó que uno de los principales factores del daño a ambos lagos, se debe a los efectos del cambio climático, expresados en los fenómenos de el Niño y la Niña, que provocaron la modificación en las épocas de lluvia e incrementos de temperatura.

“Antes, las épocas de lluvias se extendían entre noviembre, diciembre, enero y febrero, pero ahora, las precipitaciones solo se dan a finales de diciembre e inicios de enero y de manera exagerada, son torrenciales, para luego dar paso a épocas de sequía, que impiden la recarga natural de ambos lagos”, detalló el director.

En ese contexto, se tiene que el agua que reabasteció ambos lagos, con esas pocas lluvias, se evaporan con más facilidad por la elevación de la temperatura.

Estos factores, explicó Villegas, hicieron que la altura del nivel de agua en el Poopó, disminuyan de 1,6 metros a 0,90.

“El problema es que tenemos precipitaciones promedio de apenas 400 milímetros al año, mientras que la evapotranspiración supera los 1.200 milímetros. Es decir, todo lo que llueve, rápidamente se evapora. Esa es una de las causas por las cuales se ha secado el lago Poopó”, explicó el finde de semana, el secretario departamental de Medio Ambiente, Agua y Madre Tierra, Olson Paravicini.

EL DEBER