Por: Gonzalo Chávez Álvarez. Economista
Siendo profesor de Estrategia de Políticas Públicas en la Maestría de Gestión y Políticas Públicas de la Universidad Católica Boliviana, y aprovechando este primer día laborable de los nuevos ministros, me permito sugerirles, con todo respeto, la siguiente ayuda memoria sobre las partes que tendría que tener una estrategia políticas públicas.
Sé que la gran tentación de todo recién llegado es empuñar la guillotina administrativa y cortar funcionarios públicos a diestra y siniestra, como si la eficiencia se midiera por cabezas rodadas. Pero resistan ese impulso. En el Estado, el arte no está en cortar mucho, sino en cortar bien: practiquen el corte cirujano, no el corte carnicero con todo respeto a los matarifes. Porque mientras el primero sana, el segundo desangra.
Ayuda Memoria
Bienvenido, señor ministro.
Respire hondo, mire el retrato del Presidente, y recuerde: acaba de entrar a una institución donde todo parece urgente, pero casi nada está listo. Antes de prometer el cielo, empiece por encontrar el suelo. La primera tarea de un ministro sensato no es anunciar soluciones, sino entender problemas. En el Estado, lo que no se define no se soluciona, y lo que no se entiende termina en comité. Así que, por favor, diagnostique antes de opinar.
Asegúrese de que su estrategia esté alineada con la visión del gobierno. Ayer el presidentePaz dió cuatro lineamientos. Bolivia en el mundo y el mundo en Bolivia. Capitalismo para todos, eliminación del Estado tranca, Estrategia del 50/50.
Haga un diagnóstico serio. Use datos, no ocurrencias. Sepa quién gana, quién pierde y quién se va a quejar. Si el diagnóstico cabe en un tuit, no es diagnóstico. Luego formule objetivos sensatos, S.M.A.R.T. (específicos, medibles, alcanzables, relevantes y con plazo) Evite las metas heroicas tipo “erradicar la pobreza y la melancolía antes del 2030”. O “ o acabar para siempre en seis meses con la falta de diesel y gasolina.
Elija bien sus instrumentos: si quiere ordenar, regule; si quiere incentivar, use la economía; si quiere hacerlo usted mismo, provea. Pero nunca prometa subsidios sin presupuesto, ni reformas sin reglamento. Coordine, aunque duela. Los ministerios no son islas y la realidad no se gobierna por decreto. Hable con sus colegas, con los gobiernos subnacionales, y si es posible, con los ciudadanos.
Recuerde que el presupuesto es el espejo del poder. Si su proyecto no está en el presupuesto, no existe. La estrategia dice el “por qué”, pero el plan operativo dice el “cómo” y paga el café. Mida todo lo que pueda. Lo que no se mide no se mejora, y lo que no se evalúa termina en los archivos del olvido. Instale un sistema de seguimiento y evaluación antes de que lo evalúe la prensa.
Y, por último, no sacralice sus políticas. Las buenas estrategias se corrigen, no se defienden con dogmas. El error en el Estado no es fracasar, sino repetirlo con otro nombre. Sea curioso, aprenda, escuche. No tiene que saberlo todo, solo tiene que saber a quién preguntar. Y recuerde siempre: el poder es temporal, pero los PDF del diagnóstico son para siempre.
A los nuevos ministros mucha suerte. A los que han sido mis alumnos un enorme orgullo tenerlos ahí. Saludos del profe Chávez
El presente artículo de opinión es de responsabilidad del autor y no representa necesariamente la línea editorial de Encontrados con Gonzalo Rivera

