Expertos advierten que el oído canino, mucho más sensible que el humano, puede sufrir afectaciones que van desde la ansiedad severa hasta infartos.
Con la llegada de las celebraciones de Navidad y Año Nuevo, el uso de pirotecnia se convierte en una de las principales causas de emergencias veterinarias y extravíos de mascotas en el país. Debido a su capacidad auditiva superior, lo que para los humanos es un festejo, para los perros se traduce en una experiencia de pánico y desorientación.
El impacto del ruido en el organismo canino
Las autoridades de bienestar animal advierten que las explosiones no solo asustan a los perros, sino que generan reacciones físicas inmediatas. Entre las más comunes se encuentran la taquicardia, el jadeo excesivo, temblores e intentos desesperados de huida, una de las razones por las cuales las redes sociales se llenan de publicaciones de mascotas perdidas tras las medianoches festivas.
«En casos graves, el impacto del ruido puede derivar en desorientación, desmayos o incluso infartos», señalan los reportes técnicos sobre conducta animal, según publica el portal El Imparcial.
Recomendaciones clave para el hogar
Para reducir el impacto del ruido y mantener a los animales seguros, se sugieren las siguientes acciones:
- Actividad física previa: Es fundamental sacar a pasear al perro durante el día o realizar juegos intensos para que agote su energía. Un perro cansado tendrá una respuesta menos reactiva al estrés.
- Crear un «refugio seguro»: Habilitar una habitación tranquila con su cama, mantas y juguetes. Es importante cerrar puertas, ventanas y cortinas para amortiguar el estallido exterior.
- Aislamiento sonoro: El uso de televisión, música suave o «ruido blanco» ayuda a camuflar las explosiones y brinda una sensación de normalidad al ambiente.
- Acompañamiento sin presión: Si el perro busca esconderse bajo la cama o en un rincón, no se debe forzar a salir. Lo ideal es acompañarlo con voz suave y evitar regaños, ya que estos aumentan su nivel de ansiedad.
Métodos de apoyo y seguridad - Vendajes antiestrés: El uso de camisas o vendajes que aplican una ligera presión en el torso del animal puede ayudar a que se sienta más protegido.
- Identificación obligatoria: Debido al riesgo de escape, es vital que las mascotas porten una placa con su nombre y un número de teléfono actualizado.
- No a la automedicación: Expertos enfatizan que nunca se debe administrar fármacos de uso humano a los animales. Cualquier sedante o suplemento natural (como melatonina) debe ser estrictamente recetado por un veterinario
- Con estas medidas, los propietarios pueden garantizar que sus mascotas atraviesen las festividades con el menor impacto posible, priorizando su bienestar emocional frente a una de las tradiciones más estresantes para la fauna urbana.
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