Tras meses de mediación liderada por Qatar, Egipto y Estados Unidos, un alto al fuego entre Israel y Hamas comenzó, buscando aliviar la crisis tras 15 meses de guerra. El acuerdo incluye la liberación de 33 rehenes israelíes y 737 prisioneros palestinos en la primera fase, además de un incremento de ayuda humanitaria para Gaza. Pese a las tensiones iniciales por retrasos en la implementación, la tregua se consolidó a media mañana, con celebraciones y esperanzas en la región.

El pacto también establece un «alto el fuego total» y la retirada de tropas israelíes de zonas densamente pobladas, permitiendo que miles de desplazados palestinos intenten regresar a sus hogares entre los escombros. Además, 600 camiones diarios de ayuda humanitaria, incluyendo 50 de combustible, ingresarán a la devastada Franja de Gaza, donde se espera una reconstrucción a largo plazo.

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Mientras el acuerdo busca un cese definitivo de hostilidades, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió que el alto al fuego es temporal, reservándose el derecho a reanudar las operaciones militares. La comunidad internacional mantiene la atención en las próximas fases del acuerdo, destinadas a liberar a los últimos rehenes y asegurar la reconstrucción de Gaza, esperando consolidar la paz en la región.