La exdiputada María René Álvarez participó en el conversatorio «El jaguar en Bolivia: Desafíos locales para su conservación», donde expuso la importancia histórica de la acción ambiental directa que se presentó ante el Tribunal Agroambiental este año, y que logró medidas cautelares y una pausa ecológica que beneficiaron en la preservación de esa especie y su hábitat.

Álvarez activó ese mecanismo ante las denuncias por la caza ilegal y el biocidio cometido contra esa especie dentro del Área Natural de Manejo Integrado (ANMI) de San Matías. En abril se logró un hito dentro de la jurisprudencia ambiental, pero todavía queda reforzar la normativa departamental y municipal, según expuso.

«Estoy planteando una legislacion especifica para garantizar, por ejemplo, los corredores de jaguares en el Bajo Paraguá que permitan la reproducción de la especie. Esta zona se conecta con otras áreas protegidas como el parque Noel Kempff Mercado, Copaibo y el río Blanco y Negro de Concepción, donde esta especie podrá reproducirse para mantener su especie y conservar el equilibrio ecológico necesario», manifestó Álvarez.

Este tipo de normativa, añadió, ayudará también a establecer una delimitación territorial y generar políticas públicas ambientales con un impacto real en las comunidades.

Álvarez expuso el «Marco Normativo para la Protección y Conservación del Jaguar en Bolivia» y concluyó en que las leyes ambientales están escritas, pero falta voluntad política para cumplirlas. Por ello, es necesario continuar con esta labor desde las regiones, en el marco de una autonomía real dentro de un nuevo modelo de Estado.

El evento, desarrollo ayer en la Universidad NUR con la organización de Fundación Natura, contó además, con la ponencia de las biólogas expertas Eliamne Gutiérrez y Claudia Venegas, el líder de la iniciativa Wildlife Connect WWF, Rafael Antelo, y la coordinadora de Biodiversidad en la Fundación Natura, Aidee Vargas.


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