Según el mandatario, se abordó de raíz el problema mediante una estrategia integral que incluye la exploración de 18 nuevos pozos y la producción de biodiesel

A pocos meses de culminar su mandato y en medio de una histórica escasez de combustibles en Bolivia, el presidente del Estado, Luis Arce, afirmó que dejará como legado económico la solución estructural al suministro de los combustibles, “porque ningún candidato presidencial de oposición plantea una propuesta de solución estructural”.

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“Nuestro Gobierno dejará como legado económico la solución estructural al suministro de los combustibles, abordando de raíz el problema mediante una estrategia integral que incluye la exploración de nuevos pozos y la producción de biodiesel”, afirmó en un reporte de la agencia gubernamental de noticias ABI.

Según el mandatario, criticado por los sectores productivos al no dar solución definitiva a la escasez de diésel, los candidatos de oposición como Jorge Quiroga, Samuel Doria Medina y Manfred Reyes Villa coinciden en plantear “medidas de shock” en materia de hidrocarburos, como el retirar la subvención y subir su precio para resolver el problema de provisión de gasolina y diésel.

A diferencia de esas propuestas, Arce explicó que su administración perfiló toda una política de Estado que intensificó la exploración de hidrocarburos y la producción de biodiésel con una planta ya produciendo en Santa Cruz y otra a punto de hacerlo.

“Consolidamos 18 pozos exploratorios exitosos, como en ninguna otra gestión, entre ellos el Campo Mayaya Centro X1 en el municipio de Alto Beni, donde encontramos 1,7 TCF (trillones de pies cúbicos) de gas natural, uno de los 10 hallazgos hidrocarburiferos más importantes del mundo en 2024”, recordó.

Ponderó también que en marzo de 2024 comenzó a operar la Planta de Biodiésel 1 en Santa Cruz y próximamente lo hará la Planta de Biodiésel 2 en El Alto. Ambas, junto a la Planta de Diésel Renovable HVO, permitirán producir hasta el 80% del diésel que demanda el mercado interno, lo que reducirá la importación.

“Esta política que inició en nuestro Gobierno, debe convertirse en una política de Estado para garantizar un futuro energético seguro y próspero”, consideró en un post en sus redes sociales.

Sin embargo, en días pasados la primera autoridad del país reconoció la imposibilidad de normalizar el suministro de combustibles debido por la falta de financiamiento externo. Admitió que la actual provisión del 100% de la demanda es insuficiente para reducir las filas en los surtidores y atribuyó la crisis al “estrangulamiento” de créditos por parte de la Asamblea Legislativa Plurinacional.

“Desde el campo nacional-popular estaremos vigilantes para que no se den pasos atrás, ni mucho menos se entregue nuestros recursos naturales a la voracidad transnacional”, afirmó Arce y convocó a seguir en el camino de la autosuficiencia energética y la industrialización.

De acuerdo con datos de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Bolivia necesita al menos 7 millones de litros de diésel y otro volumen similar de gasolina de manera diaria. Sin embargo, la demanda de diésel en temporadas de cosecha y siembra, el volumen se eleva a más de 9 millones de litros.

///EL DEBER///