En 2024 solo un 70% de los menores de cinco años fue vacunado, a pesar de que la OMS establece una meta por encima del 90%. En lo que va del año se debió alcanzar entre un 50 y 60%, pero aún no se llega ni al 30%
“Desde el inicio de los brotes se ha intensificado la vacunación, pero tenemos graves problemas porque la gente no está asistiendo a los puntos de inmunización. Pido a los padres de familia que, por favor, lleven a sus hijos a los centros de salud para que completen sus esquemas”, en ese llamado ha venido insistiendo el director del Servicio Departamental de Salud (Sedes), Jaime Bilbao ante el rebrote del sarampión, una enfermedad altamente contagiosa que resurge ante las bajas coberturas de vacunación en menores de cinco años, en un contexto global.
En 2023 Bolivia fue declarada libre de sarampión, pero ahora, dos años después, el país se encuentra en alerta sanitaria nacional por la propagación del virus. Hasta este sábado, el número de casos confirmados alcanzaba 50 casos a escala nacional, de los cuales 47 correspondían al departamento cruceño.
A este punto del año, Bolivia debería haber alcanzado una cobertura de entre un 50 y 60% en la aplicación de la vacuna triple viral SRP (que también protege contra la rubéola y las paperas) a la población objetivo, pero no llega ni al 30%, pese a que las dosis están disponibles de forma gratuita en todos los centros de salud.
La amenaza se cierne sobre los menores de cinco años, quienes deben recibir dos dosis para estar protegidos. En Santa Cruz, de las 35.000 vacunas que se han distribuido para este grupo, apenas se han aplicado 8.000.
Para mantener a raya la enfermedad, la Organización Mundial de Salud (OMS) recomienda una cobertura anual por encima del 90% por ciento. Sin embargo, Bolivia cerró el año pasado con el 70%, dejando a una gran cantidad de susceptibles, es decir, niños en situación de riesgo. En el departamento cruceño, se estima que al menos 100.000 menores no fueron vacunados cuando les correspondía.
Las autoridades de salud atribuyen esta brecha a la caída de las tasas de inmunización durante la pandemia, especialmente en los meses de confinamiento, una situación que no ha logrado revertirse. A ello se suma el impacto de las corrientes antivacunas que desinforman a la población, algo que también afecta a otros países de la región.
El viceministro de Promoción, Vigilancia Epidemiológica y Medicina Tradicional, Max Enríquez, advirtió que “los padres de familia están descuidando una acción tan importante como la vacunación”. “No teníamos casos, habíamos sido certificados como país libre de sarampión, pero ante la aparición de positivos en otras partes del mundo, ahora estamos en riesgo”, complementó.
Enríquez recordó que la meta es alcanzar una cobertura del 90% con esquemas completos de vacunación infantil, pero el año pasado el país cerró con una cobertura con 20 puntos por debajo. “Eso ha provocado la acumulación de niños no vacunados, lo que aumenta la susceptibilidad de que puedan enfermar”, advirtió.
Los contagios
Sobre el rebrote de la enfermedad, detalló que el primer caso fue importado, porque se dio durante un evento internacional al que asistieron representantes de 17 países, entre ellos una persona que dio positivo. “A partir de ahí se abrió una cadena de transmisión. Algunos casos pudieron haber sido con síntomas muy leves, pero capaces de contagiar”, indicó.
El viceministro también explicó que algunos padres jóvenes ya no quieren hacer vacunar a sus hijos porque creen que estas enfermedades ya no existen; sin embargo, “mientras en el mundo se sigan reportando casos, el riesgo persiste, sobre todo porque entre Europa y Bolivia hay pocas horas de diferencia de vuelo. El alto flujo turístico nos expone aún más”, advirtió.
En el caso de las colonias menonitas, donde se han registrado brotes, explicó que, si bien algunas permiten la vacunación, otras aún muestran resistencia, por lo que el trabajo de concienciación debe continuar.
“Desinforman y es asociado a que los padres de familia no consultan en el lugar correcto o la página correcta, entonces también influye para una dejadez o un descuido”, dijo la autoridad al referirse a los movimientos antivacunas.
Enríquez insistió en que las vacunas son seguras y son la única barrera contra este virus. “El sarampión se propaga con mucha rapidez y puede causar la muerte o dejar secuelas graves. La población debe entender que la única forma de prevenirlo es con la vacuna”, remarcó.
Recordó que los menores de cinco años deben recibir dos dosis de la vacuna triple viral, mientras que los mayores de esa edad requieren una sola dosis para estar protegidos.
Las autoridades lamentan la poca asistencia de la población a los puntos de inmunización, pese a que hay dosis suficientes.
///EL DEBER///
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