Solo dos mandatarias extranjeras llegaron al país para participar en los actos oficiales del Bicentenario. La ausencia de presidentes aliados marca distancia diplomática y deja en evidencia el aislamiento político del Gobierno. Internamente, el Órgano Judicial también optó por realizar un acto paralelo

Bolivia celebra este 6 de agosto su Bicentenario de independencia en medio de una notoria soledad diplomática y tensiones internas entre los órganos del Estado. Solo dos altas autoridades extranjeras confirmaron su presencia en los actos oficiales: la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, y la vicepresidenta de Ecuador, Verónica Abad. Las demás delegaciones son representaciones diplomáticas o embajadas, sin la presencia de jefes de Estado.

El Gobierno nacional había anticipado la llegada del presidente de Paraguay, Santiago Peña, sin embargo, la Cancillería informó anoche que, por “circunstancias imprevistas”, su visita fue cancelada. Días antes, también se conoció que el presidente de Chile, Gabriel Boric, suspendió su participación debido a una tragedia minera en su país, aunque confirmó el envío de una delegación de alto nivel como muestra de respeto.

La ausencia es aún más notoria considerando que tampoco arribaron los mandatarios de países aliados del presidente Luis Arce, como Nicolás Maduro (Venezuela), Miguel Díaz-Canel (Cuba), Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil), Vladimir Putin (Rusia) o Xi Jinping (China).

“Esto refleja que la comunidad internacional percibe la descomposición del gobierno del MAS y la ausencia de Estado de Derecho en el país”, señaló la excanciller Karen Longaric. “Estamos siendo invisibilizados, inclusive en una fecha histórica. Por eso no sorprende que inclusive los aliados del MAS nos ningunean”.

Tensiones internas: el otro vacío

Mientras el Gobierno central se alista para el acto central en la Casa de la Libertad de Sucre, el Órgano Judicial decidió realizar una ceremonia paralela tras denunciar un “desaire institucional”. El presidente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), Romer Saucedo, confirmó que sus autoridades fueron excluidas del acto donde el presidente Arce presentó la moneda y el billete conmemorativos, lo que motivó la decisión de realizar un homenaje propio en el frontis del TSJ, con izamiento de la Tricolor, misa y discursos oficiales.

“Se nos negó el ingreso, no se nos dio explicación alguna. No nos vamos a exponer a que nos vuelvan a faltar el respeto”, afirmó Saucedo a EL DEBER.

El discurso de despedida

El presidente Luis Arce dará este miércoles su último mensaje como jefe de Estado en el marco del Bicentenario. Según adelantó la viceministra de Comunicación, Gabriela Alcón, el discurso incluirá un repaso histórico, una evaluación de su gestión y una convocatoria a defender el modelo del “Estado Plurinacional”.

A 11 días de las elecciones generales, el mandatario buscará contrastar “dos Bolivias”: una República “conservadora y excluyente” frente a un Estado Plurinacional “inclusivo y transformador”. También aprovechará el momento para advertir sobre los riesgos de un eventual retorno del “modelo neoliberal”.

Sin embargo, en la Asamblea Legislativa donde se desarrollará la Sesión de Honor, se anticipa un ambiente tenso. El diputado del ala evista Renán Cabezas advirtió que interpelará al presidente durante su intervención. “No vamos a aplaudir a un gobierno corrupto vinculado al narcotráfico ni a un presidente que ha destruido la economía”, afirmó.

Desde el Ejecutivo, el viceministro de Defensa del Consumidor, Jorge Silva, pidió respeto: “Es un día de homenaje a la Fundación de nuestro país. Faltar el respeto a una autoridad creyendo que lo hacen a él, en realidad es faltarle el respeto a Bolivia”.

Así, Bolivia llega a sus 200 años de vida independiente marcada por un ambiente de división interna, aislamiento diplomático y una campaña electoral que se cuela incluso en los actos de conmemoración nacional. El Bicentenario, lejos de ser un punto de unión, revela las fracturas políticas que atraviesan al país.

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