Más de 7,5 millones de bolivianos están habilitados para votar este domingo en un contexto económico crítico
Este domingo, los bolivianos acudirán a las urnas en la segunda vuelta presidencial para definir quién sucederá a Luis Arce al frente del país. La contienda enfrenta a Rodrigo Paz, del Partido Demócrata Cristiano (PDC), y a Jorge “Tuto” Quiroga, de la alianza Libre, en un escenario marcado por recesión económica, escasez de dólares, falta de combustibles y aumento de precios en la canasta familiar.
Rodrigo Paz, de 58 años, apuesta por un enfoque moderado y pragmático, prometiendo recuperar la estabilidad fiscal sin descuidar los sectores populares. Hijo del expresidente Jaime Paz Zamora, vivió parte de su infancia en Europa durante el exilio de su familia antes de llegar a Bolivia a los 15 años. Paz inició su carrera política en el MIR y ha pasado por distintos partidos, hasta consolidarse como candidato presidencial del PDC. Entre sus propuestas destacan la reducción del gasto público, acceso al crédito, eliminación de restricciones a la importación y disminución de subsidios al combustible. Su compañero de fórmula, Edmand Lara, ex policía conocido por su presencia en TikTok, le ha aportado cercanía con sectores urbanos y populares, aunque también genera polémica entre votantes más cautelosos.
Por su parte, Jorge Tuto Quiroga, de 65 años, busca regresar a la presidencia tras haber ejercido el cargo entre 2001 y 2002, cuando asumió tras la renuncia por enfermedad de Hugo Banzer. Con formación en Estados Unidos y experiencia tanto en el sector público como en el privado, Quiroga propone medidas de austeridad y “terapia de shock” para enfrentar la crisis económica. Su compañero de fórmula, Juan Pablo Velasco, emprendedor tecnológico, ha sido foco de controversia por antiguos tuits polémicos, pero representa el intento de Quiroga de renovar su imagen y acercarse a los votantes jóvenes.
La primera vuelta evidenció la pérdida de terreno de la izquierda, con Paz capturando los votos de departamentos tradicionalmente favorables al MAS, como La Paz, Cochabamba, Oruro, Potosí y Chuquisaca. En la ciudad de El Alto, Paz obtuvo el 59% de los sufragios, frente al 76% que había logrado el MAS en 2020. Analistas destacan que el voto nulo de la primera vuelta, concentrado en Cochabamba, podría ser decisivo en esta contienda.
El balotaje representa la oportunidad de instalar el primer gobierno de centro-derecha elegido democráticamente en Bolivia tras dos décadas de dominio del MAS. Los desafíos para el próximo mandatario incluyen reactivar la economía, manejar la inflación, recuperar reservas internacionales y reconstruir la confianza en las instituciones, todo mientras se negocia en una Asamblea Legislativa fragmentada.
La elección de este domingo no solo definirá al próximo presidente, sino que marcará un punto de inflexión histórico en la política boliviana, poniendo fin a casi 20 años de gobiernos socialistas y abriendo la puerta a un nuevo rumbo económico y político en el país.
Comentarios Recientes