El magistrado del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) Boris Arias denunció que Gonzalo Hurtado fue reelegido presidente de esta instancia con el voto de la magistrada Brígida Vargas, quien ya había cesado en sus funciones. Según Arias, la elección de Hurtado contó con cinco votos, pero uno de esos provino de Vargas, lo que invalidaría la votación, ya que la magistrada ya no estaba en funciones. Arias detalló que “ella era magistrada del Tribunal Constitucional por el departamento de La Paz, actualmente soy yo”, aclarando que solo debía contar con cuatro votos válidos.

El inicio del año judicial estuvo marcado por la controversia, ya que las autoridades fueron designadas «autoprorrogadas», con Hurtado a la cabeza, a pesar de la ausencia de los nuevos magistrados que habían sido electos en los comicios de 2024 y posesionados el 2 de enero. Esta situación fue rechazada por Arias, quien señaló que la situación se evaluará a través de una revisión administrativa y económica de la gestión pasada. No obstante, hasta que se llegue a un consenso en la Sala Plena del TCP, Hurtado continuará ejerciendo su cargo de presidente, dado que “la presidencia no puede quedar acéfala”.

Arias aseguró que se han solicitado informes sobre la gestión administrativa y económica de Hurtado y manifestó que la situación será evaluada para determinar si se ratifica a Hurtado en su puesto o si se adopta una nueva decisión. La controversia se intensificó cuando la sesión en la que se ratificó a Hurtado como presidente fue realizada a puerta cerrada, impidiendo el acceso de periodistas a la reunión.