Desde la cárcel, el gobernador cruceño acusa al oficialismo de persecución política y desprecio económico
El gobernador encarcelado de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, afirmó este viernes que el Movimiento Al Socialismo (MAS) mantiene un “odio sistemático” hacia Santa Cruz, evidenciado, según su análisis, en una serie de acciones políticas y económicas durante los gobiernos de Evo Morales y Luis Arce. Desde su celda en Chonchocoro, Camacho reflexionó sobre lo que considera un patrón de desprecio hacia la región y su modelo productivo.
“A poco de nuestro Bicentenario, desde esta celda en Chonchocoro, me pregunto: ¿por qué el MAS odia tanto a Santa Cruz?”, escribió Camacho en sus redes sociales. Para sustentar su postura, enumeró una serie de episodios que calificó como ofensas y desprecios hacia el departamento.
En 2008, recordó, “Evo desconoció el voto popular cruceño por el estatuto autonómico; en 2009 inventó el caso terrorismo y acusó al movimiento cívico cruceño de terrorismo y separatismo; en 2016, volvió a desconocer el voto popular (voto mayoritario en Santa Cruz) que le dijo NO a la reelección; y en 2019, hizo fraude, desconociendo nuevamente el voto del pueblo (otra vez mayoritario en Santa Cruz)”.
Camacho también criticó al presidente Luis Arce, a quien acusó de continuar esa “tradición de desprecio profundo” contra Santa Cruz. En 2022, señaló, Arce “secuestró al gobernador electo, engrosando la lista de perseguidos y presos políticos”. Según el gobernador cruceño, ese acto fue una muestra más del “terrorismo de Estado” y del odio hacia todo lo relacionado con Santa Cruz.
Además del supuesto desprecio político, Camacho argumentó que el MAS ha atacado sistemáticamente el modelo productivo cruceño, base económica de la región. Como ejemplo, mencionó el reciente freno a la exportación de carne, una medida que consideró parte de una estrategia para debilitar la economía local.
“Digo el último porque hace muy poco tiempo Arce aplicó una medida similar contra el aceite cruceño. Y desde hace meses viene diciendo, con total cinismo, que él no es el culpable de la crisis y que los culpables son los empresarios y los sectores que son parte del modelo productivo cruceño”, lamentó.
Para Camacho, el hostigamiento contra Santa Cruz carece de justificación, especialmente cuando se considera que el departamento es “el que más bolivianos acoge, que más oportunidades genera y que ha promovido las luchas por las grandes reivindicaciones políticas e históricas de la democracia moderna”.
Sin embargo, el gobernador expresó optimismo de cara a las próximas elecciones generales en Bolivia, previstas para agosto. “Santa Cruz ha madurado políticamente y mira al futuro sin rencores”, aseguró. “Desde Santa Cruz vamos a derrotar nuevamente una tiranía y vamos a mandar a sus casas a los grandes odiadores del Siglo XXI: Evo, Arce y toda forma de masismo”.
Camacho concluyó con un llamado a la unidad nacional: “Por una Bolivia unida, sin presos ni perseguidos políticos, con trabajo y oportunidades, asumamos la gran responsabilidad que la historia nos está demandando: recuperar la democracia, la dignidad y salir de la crisis”.
El líder cruceño forma parte del denominado “bloque de unidad de la oposición democrática boliviana”, que busca consolidarse como una alternativa política para sacar al MAS del poder tras casi dos décadas de gobierno.
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