El sector cañero y los surtidores de Santa Cruz se declararon en estado de emergencia por la falta de diésel, lo que amenaza con paralizar la zafra y la producción de etanol. El vicepresidente de Concabol, Alcides Córdova, denunció que YPFB y el Ministerio de Economía incumplieron pagos por más de Bs 260 millones correspondientes a cuatro quincenas, generando una asfixia financiera en ingenios y productores. Además, alertó que la estatal redujo drásticamente el recojo de etanol comprometido, dejando “tanques llenos y producción almacenada sin salida”.

El presidente de Concabol, Oscar Alberto Arnez, señaló que YPFB solo retiró el 25% del etanol comprometido de las industrias Aguaí, Guabirá, Unagro y Poplar (La Bélgica), pese a los contratos vigentes. Según el dirigente, esta situación pone en riesgo miles de empleos vinculados a la agroindustria azucarera y al programa de biocombustibles. Por su parte, Miguel Ángel Terán, del Ingenio Aguaí, advirtió que el incumplimiento “amenaza con paralizar la producción y frenar inversiones”.

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En paralelo, la Asosur Santa Cruz —que agrupa a propietarios de estaciones de servicio— también se declaró en emergencia por la escasez y el mal registro digital de combustibles. Denunció que la plataforma de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) “no refleja la realidad”, generando desinformación y problemas en el despacho. El gremio exigió a YPFB asignar los volúmenes necesarios de diésel para evitar un impacto mayor en la producción y el abastecimiento interno.