Las filas por combustible en La Paz y El Alto continúan pese a los compromisos asumidos por las autoridades. Conductores y asalariados del transporte relatan que pasan hasta media semana esperando abastecer sus vehículos. “Ya no llegamos ni a la casa, ya estamos en la fila nomás”, expresó un chofer entrevistado por Unitel, explicando que la espera se ha vuelto parte de su rutina. Otro conductor comentó que llegó el viernes y deberá esperar hasta el lunes para conseguir diésel.

La situación afecta especialmente a los trabajadores asalariados, quienes deben responder por los días que no pueden operar. “Estamos parados como cuatro días, los dueños del carro tampoco ya no quieren sustentar el sueldo”, indicó uno de ellos, señalando que las pérdidas económicas son cada vez más graves. Los choferes mencionan además que deben dormir en sus motorizados y cubrir gastos extra de comida durante la espera.

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Este lunes, varios surtidores de La Paz reportaron que no había filas de vehículos, no por normalización del suministro, sino porque el combustible se había agotado. Mientras tanto, los transportistas insisten en que el problema persiste y que el abastecimiento irregular del diésel genera perjuicios para todo el sector productivo y de servicios.