En la refinería de Palmasola, en Santa Cruz, se formaron extensas filas de cisternas con combustible importado, que aguardan descargar para que el carburante pueda ser distribuido en los surtidores del departamento. Los camiones, algunos con letreros de “cargado”, ocupan varios kilómetros, desde el 8vo hasta el 6to anillo de la avenida Santos Dumont.

Simultáneamente, se reportaron largas filas en los surtidores de la ciudad, donde choferes expresan molestias por la intermitencia en la distribución. La gerente de Productos Industrializados y Derivados de YPFB, Gabriela Delgadillo, aseguró que la situación responde a “mera especulación que generan las redes sociales”. Recalcó que los despachos son normales, pese a la percepción de desabastecimiento.

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Delgadillo también indicó que “tenemos cinco buques en Arica con combustible tanto de diésel como gasolina” y que se espera la llegada de otro buque con diésel a finales de mayo. La estatal petrolera sostiene que la distribución está garantizada, aunque los efectos del bloqueo en rutas y la incertidumbre en redes afectan la normalidad del suministro.