Después de dos meses de escasez, el abastecimiento de aceite en La Paz y El Alto empieza a regularizarse, reportaron comerciantes locales. Aunque los precios aún no han vuelto completamente a los niveles previos, han mostrado una tendencia a la baja. Por ejemplo, un litro de aceite, que llegó a costar hasta 20 bolivianos en el peor momento de la crisis, ahora se comercializa a 13 bolivianos, mientras que un envase de cinco litros está a 65 bolivianos. Los comerciantes señalaron que, aunque las entregas siguen siendo limitadas, la situación ha mejorado respecto a semanas anteriores.
La crisis se originó por varios factores, entre ellos el contrabando a la inversa y el aumento repentino de la demanda, que llevaron al Gobierno a frenar las exportaciones de aceite por 11 días. Esta medida buscaba presionar a la industria y a las distribuidoras para garantizar la provisión interna. Aunque efectiva en cierto grado, la decisión provocó descontento en el sector oleaginoso, que reportó pérdidas de al menos 50 millones de dólares y la cancelación de contratos internacionales.
Los empresarios privados señalaron que no era necesario restringir las exportaciones, ya que existe suficiente producción de aceite en el país. Según ellos, el problema radica en la cadena de comercialización, donde se han identificado desvíos hacia el contrabando, afectando el abastecimiento local. Mientras tanto, los consumidores comienzan a sentir alivio en los mercados.
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