Entre enero y junio de 2025, Bolivia registró un déficit comercial de $us 500,8 millones, según el INE. Las exportaciones sumaron $us 4.116 millones, un 5,3% menos que en 2024, por la caída en ventas de gas natural (-35,5%) y manufacturas. El sector minero creció 14,2% y junio cerró con saldo positivo de $us 75,4 millones gracias al aumento en hidrocarburos, minerales y agroexportaciones como carne bovina, castaña y quinua.

El economista Rubén Arias explicó que importar más de lo que se exporta significa menos dólares en la economía, lo que presiona al tipo de cambio y a los precios. Señaló que la caída en hidrocarburos impacta en inflación y volatilidad cambiaria. “Es un círculo completo: menos exportaciones, menos dólares, más presión sobre el dólar y, por ende, sobre la canasta familiar”, afirmó. Arias destacó medidas como la liberación de exportaciones de soya y carne para mejorar la balanza.

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El director del INE, Humberto Arandia, resaltó que por segundo mes consecutivo las exportaciones superaron a las importaciones, lo que estabilizó el dólar paralelo bajo Bs 14. Pese a esto, la balanza comercial negativa refleja un contexto con escasez de divisas, menor producción de hidrocarburos y tensiones logísticas que afectan a la industria y el agro por mayores costos y demoras en insumos básicos.