El Ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, ratificó que la Policía boliviana cumplirá con la orden de aprehensión emitida contra el expresidente Evo Morales, quien está siendo investigado por delitos de trata y tráfico de personas agravada. La acusación se refiere a un caso de abuso sexual ocurrido en 2015, cuando Morales, en su calidad de presidente, habría violado a una menor, lo que resultó en un embarazo. La denuncia sostiene que, para evitar que el hecho saliera a la luz, Morales habría acordado con la madre de la víctima beneficios como pasajes y pasaportes diplomáticos, lo que llevó a su imputación formal por la Fiscalía.

A pesar de que Morales fue citado en diversas ocasiones por la Fiscalía, el exmandatario no se presentó, ni respondió a los edictos legales, lo que obligó a la justicia a proceder con su formalización. En este contexto, Del Castillo aclaró que la Policía actuará en cumplimiento de la ley, como lo haría en cualquier otro caso, sin distinción de la figura pública del acusado. Además, se refirió a la complejidad de realizar el operativo, considerando la gran cantidad de seguidores que Morales tiene en la región del Chapare, en Cochabamba, lo que podría dificultar su captura.

Sin embargo, el Ministro destacó que la Policía ya ha retomado presencia en la zona, tras un acto de desagravio en Chapare, y aseguró que están enfocados en otras tareas, como el combate al narcotráfico. Del Castillo anunció que en los próximos días se esperan avances en las operaciones contra el crimen organizado en la región. Este caso es el primero de su tipo en Bolivia, ya que se trata de un exmandatario acusado de delitos sexuales que se niega a someterse a la justicia, lo que genera una situación inédita en el ámbito judicial del país.