El trópico de Cochabamba enfrenta una grave emergencia tras el desborde de los ríos San Mateo y 24. En Shinahota, el municipio más afectado, cinco sindicatos quedaron aislados debido a la crecida del río. La caída de un cable de 180 metros, utilizado para cruzar el río San Mateo, complicó aún más la situación, dejando a las familias sin acceso a sus actividades diarias como la apicultura y la cosecha. Este cable fue dañado por una rama gigante que, además, provocó la caída de un lugareño al agua, quien logró salir ileso gracias a la rápida intervención de otros comunarios. Las autoridades locales destacaron la urgencia de repararlo, con un costo estimado de 150 mil bolivianos, y reiteraron la necesidad de construir un puente, una demanda pendiente desde hace años.
En Villa Tunari, la crecida del río 24 también generó un importante operativo de rescate. Equipos de la Unidad de Gestión de Riesgos, en coordinación con Bolivia Rafting, evacuaron a 15 personas aisladas en el Sindicato La Estrella. Además, un deslizamiento en Cristal Mayu interrumpió temporalmente la circulación vehicular. Mientras tanto, continúa la búsqueda de un poblador desaparecido en el río Chimoré tras el vuelco de su bote el lunes. Las comunidades afectadas solicitan apoyo urgente para restaurar la conectividad y evitar mayores riesgos.
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