Una red de contrabando transfronterizo que operaba entre Bolivia y Argentina fue desarticulada tras un operativo realizado en la localidad de Salvador Mazza, fronteriza con la ciudad boliviana de Yacuiba. El caso ha revelado un mecanismo insólito: más de 30 toneladas de aceite de soja eran trasladadas hacia Bolivia a través de un sistema de mangueras clandestinas.
El operativo se concretó la madrugada del pasado viernes, cuando dos de los implicados fueron sorprendidos in fraganti por efectivos de la Gendarmería. Uno de ellos manejaba un camión con más de 30.000 litros de aceite neutro, mientras el otro supervisaba el traspaso transfronterizo.
Cuatro personas fueron formalmente imputadas por el delito de contrabando de exportación agravado, tras una investigación liderada por el fiscal general Eduardo Villalba, titular de la Fiscalía de Distrito de Salta. Uno de los acusados, identificado como F.S.G., señalado como cabecilla de la banda.
Otro de los sospechosos, A.C.M., fue arrestado en su domicilio. Pero el momento más crítico ocurrió al intentar allanar la casa de F.S.G., quien abrió fuego con una pistola 9 mm contra un comandante de Gendarmería, hiriéndolo en el brazo izquierdo. La bala atravesó el antebrazo del oficial e impactó en su chaleco antibalas. El agresor fue detenido.
Aceite argentino con destino en Bolivia
Según la acusación presentada por la fiscal adjunta Mariana Gamba Cremaschi y el auxiliar fiscal Jorge Viltes Monier ante el juez federal de Garantías de Orán, Gustavo Montoya, la organización operaba desde 2022, comprando aceite de soja neutro y refinado en plantas aceiteras de Santa Fe, a nombre de una empresa ficticia.
La mercadería era trasladada en camiones cisterna hasta Salvador Mazza, donde se descargaba en un inmueble conocido como “Don Ramón”.
Desde allí, el aceite se transfería a vehículos más pequeños y era transportado hasta la zona fronteriza «El Chorro». En ese punto, los contrabandistas tendían mangueras de gran longitud que cruzaban ilegalmente hacia Bolivia, donde otros vehículos esperaban en la localidad de Pocitos para completar el paso del aceite.
La conexión de largas mangueras, que conectaban de un país a otro, cruzando ilegalmente el área limítrofe, era el «modus operandi» de este grupo. Con esto, la banda lograba pasar el aceite argentino hasta Pocitos, una ciudad conocida por ser un importante punto de cruce fronterizo entre Bolivia y Argentina.
En Santa Cruz de la Sierra, el precio del aceite superó los Bs 20 por litro, mientras que en otros departamentos como La Paz y Oruro llegó a venderse por encima de los Bs 25. Este producto básico en la alimentación boliviana ha generado largas filas en los mercados y ha llegado a ser racionado en varios supermercados, que han impuesto límites de compra por cliente ante la creciente escasez.
Más de 2 millones de dólares en ingresos ilegales
El Ministerio Público Fiscal destacó la magnitud económica del delito: según cálculos de la AFIP-DGA y la Administración de Rentas de Salta (ARCA), la banda obtuvo ingresos ilegales por al menos 2,4 millones de dólares, evadiendo unos 720.000 dólares en derechos de exportación. También se señaló que no se realizó la liquidación de divisas en el mercado oficial argentino.
Los fiscales solicitaron prisión preventiva para los cuatro imputados —F.S.G., N.A.D., R.G.M. y A.C.M.— y el juez Montoya hizo lugar al pedido. Además, autorizó nuevas diligencias para desarticular por completo la red criminal, que utilizó la frontera Argentina-Bolivia como canal principal del contrabando.
Las investigaciones continúan en desarrollo
EL DEBER
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