El Gobierno boliviano ha identificado al menos 155 pasos clandestinos que los contrabandistas utilizan para sacar productos esenciales del país, como aceite y arroz, principalmente hacia Perú. Según el viceministro de Lucha contra el Contrabando, Amílcar Velásquez, estas rutas ilegales se encuentran mayormente en la frontera con Perú y, en menor medida, en la frontera con Brasil. Este problema representa un desafío significativo para las autoridades, quienes enfrentan una lucha constante para proteger la economía nacional y asegurar el abastecimiento interno de productos básicos.

En respuesta, Bolivia ha intensificado sus esfuerzos mediante operativos militares que buscan frenar el llamado «contrabando a la inversa». Un ejemplo reciente de esta lucha fue la incautación de 5.000 litros de aceite de origen argentino y 35 cabezas de ganado ovino, que estaban siendo transportados de manera ilegal hacia Perú. Estas acciones reflejan la determinación del Gobierno de combatir las actividades ilícitas que afectan tanto la economía como la seguridad alimentaria en el país.

El contrabando se ha exacerbado debido a factores como la inflación sostenida y la escasez de productos en la región, lo que aumenta la demanda en los países vecinos. Las autoridades bolivianas han declarado que continuarán reforzando las medidas de control y vigilancia en las zonas fronterizas más vulnerables, con el objetivo de reducir el impacto negativo de estas prácticas en la economía y el bienestar de la población.