Durante un operativo de desbloqueo en Llallagua, en el norte de Potosí, se confirmó la muerte de dos efectivos de la Policía Boliviana. El subteniente Carlos Enrique Apata Tola, miembro de la promoción 2019 de Anapol, fue reportado como fallecido por el Comando Departamental de la Policía de Oruro. Más temprano también se confirmó la muerte del subteniente Jorge Barrozo, efectivo Delta desplazado al lugar de conflicto. Además, el capitán Daynor Miranda Blanco resultó herido con un impacto en el tronco superior, según detalló el viceministro Jhonny Aguilera.

El ministro de Gobierno, Roberto Ríos, denunció que los policías fueron asesinados mientras cumplían con su labor de garantizar la libre circulación. “Ellos fueron vilmente asesinados por disparos de arma de fuego mientras cumplían su deber de proteger a la ciudadanía”, afirmó. También advirtió que el Gobierno no descansará hasta encontrar a los responsables y llevarlos ante la justicia. Paralelamente, en la zona se reportó la quema de un bus que transportaba policías y bloqueadores impidieron el paso de heridos y de sangre, según denunció una ministra.

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Ríos sostuvo que las acciones violentas en Llallagua no corresponden a una demanda social legítima, sino a un intento por forzar una candidatura inconstitucional. “Evo Morales quiere imponer su candidatura e intereses personales, aún a costa de vidas humanas”, aseguró. Además, pidió a los sectores movilizados que reflexionen sobre las consecuencias de sus acciones: “Piensen en la vida, en la suya, en la de sus familias y en aquellos que podrían perderla”.