Estados Unidos ha elevado la recompensa por información que lleve a la captura de Nicolás Maduro y Diosdado Cabello a 25 millones de dólares, una cifra equiparable a las ofrecidas por figuras como Osama bin Laden. El anuncio forma parte de una estrategia más amplia para debilitar el régimen venezolano.

El Departamento de Estado destacó que esta medida tiene como objetivo promover una transición democrática en Venezuela. Además, se ofreció una recompensa de hasta 15 millones de dólares por información sobre el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López.

Sanciones financieras y diplomáticas:
El Departamento del Tesoro también sancionó a ocho funcionarios clave, incluyendo a Héctor Obregón Pérez, presidente de PdVSA, y Ramón Velásquez Araguayán, presidente de CONVIASA y ministro de Transporte. Según las autoridades, estas entidades han sido utilizadas para sostener al régimen mediante ingresos ilícitos.

Otro sancionado es Douglas Rico, director del CICPC, acusado de liderar represiones y violaciones de derechos humanos. Rico ya había sido sancionado por la Unión Europea en 2023.

Reacción internacional:
Estas acciones fueron coordinadas con aliados como Canadá, la Unión Europea y el Reino Unido, en un esfuerzo multilateral para presionar al régimen venezolano. Según Bradley T. Smith, del Departamento del Tesoro, las medidas buscan apoyar al pueblo venezolano en su lucha por elecciones libres y democráticas.

Impacto y alcance:
Las sanciones implican el bloqueo de bienes e intereses bajo jurisdicción estadounidense y prohíben transacciones entre entidades de EEUU con los sancionados, con posibles penas civiles y penales. La Oficina de Control de Activos Extranjeros subrayó que estas medidas no son castigos permanentes, sino herramientas para fomentar cambios en el gobierno venezolano.

Con estas acciones, Estados Unidos refuerza su compromiso de cerrar el cerco sobre el régimen de Maduro, buscando debilitar su estructura de poder y exponer sus prácticas represivas y corruptas.