Christopher Thomas Landau, subsecretario de Estado de los Estados Unidos, dejó claro que la nueva relación entre Washington y La Paz se construirá sobre dos ejes: la seguridad y la transparencia. En una conferencia virtual con medios latinoamericanos, el diplomático señaló ayer que su país vería “con buenos ojos” el regreso de la Agencia Antidrogas (DEA) a Bolivia, al tiempo que instó al Gobierno de Rodrigo Paz Pereira a “descubrir los secretos” que las administraciones del MAS (20 años) pudieron haber alcanzado con Irán.
“No se abordó el tema de la DEA con el presidente Paz”, aclaró el estadounidense, aunque dejó abierta la puerta. “Bolivia es una nación soberana y estamos dispuestos a apoyar cualquier plan de seguridad que decida imponer el nuevo gobierno. Y si la DEA es parte de eso, pues bueno, eso sería una cosa buena”, afirmó.
El funcionario insistió en que el crimen organizado ha penetrado con fuerza en toda la región y que Estados Unidos está dispuesto a cooperar “bajo el marco que decida el nuevo gobierno del pueblo de Bolivia”.
El regreso de la DEA, expulsada por Evo Morales en 2008 bajo acusaciones de espionaje y manipulación política, sería un gesto de confianza y un giro drástico en la política antidrogas boliviana. En palabras de Landau, se abre una oportunidad para restablecer mecanismos de cooperación que fueron desmantelados durante el ciclo del MAS.
Durante la entrevista también se tocó el tema terrorismo. Consultado por un periodista argentino sobre la relación entre Irán y Bolivia durante los gobiernos de Evo Morales y Luis Arce, Landau calificó ese acercamiento como alarmante y aseguró que Washington quiere entender qué situación ha heredado el nuevo gobierno en materia de cooperación militar y tecnológica.
“Esto es un tema de gran interés mutuo y también no solamente para Estados Unidos y Bolivia, sino para Argentina, Chile y Paraguay, que no haya equipos militares que se estén fabricando o distribuyendo por Bolivia”, expresó.
Landau agregó que Irán “no es un buen actor” y su extremismo representa una amenaza para todo el hemisferio. Por ello, Estados Unidos observa con preocupación los acuerdos bilaterales que incluyeron transferencia de tecnología militar y la posible instalación de células vinculadas a Hezbolá. “Creo que van a haber cosas muy sorpresivas para todos nosotros, en cuanto a la penetración de Irán en la región”, dijo, apuntando a la responsabilidad de la nueva gestión.
Starlink y visas
Landau reveló que durante su visita a La Paz se reunió con la representante regional de Starlink y que la empresa “ya se encuentra en el país para apoyar la conexión digital”. “Si no hay internet, no se puede participar en la economía del siglo XXI”, remarcó, señalando que Estados Unidos respalda las negociaciones para que la red satelital opere a plenitud en el territorio boliviano.
El funcionario consideró que, tras “20 años de un modelo económico fracasado”, Bolivia debe reconstruir sus bases tecnológicas y que la expansión de la conectividad será esencial para atraer inversión y empleo.
Finalmente, el subsecretario abordó el tema migratorio y turístico, otro punto de distensión entre ambos países. Confirmó que la suspensión del requisito de visa para ciudadanos estadounidenses será “una de las prioridades” y que su objetivo es “impulsar el turismo y los vuelos directos” entre Estados Unidos y Bolivia.
“El país tiene muchísimas atracciones, pero necesita restablecer su infraestructura turística”, señaló.
La lectura geopolítica de Landau es directa. Con la salida del MAS del poder en Bolivia, se marca el cierre de un modelo ideológico que, a su juicio, fracasó en conectar a Bolivia con la economía del siglo XXI.
“Creo que lo más importante quizás de este cambio de gobierno es que el Socialismo del Siglo XXI está muerto en Bolivia, y creo que eso es un buen augurio para el resto de la región”, expresó el alto funcionario.
EL DEBER

