Mototaxistas, maestros y obreros toman el concejo municipal | Exigen a los legisladores la reducción en 50%de sus dietas, o que renuncien. Bloqueos movilizados hasta que rebajen los precios de la canasta familiar y se normalice

La rebaja de Bs. 1 (un boliviano) al alto precio del kilo de carne en los friales, dispuesta por el Concejo Municipal de Cobija, ha desatado indignación entre los habitantes de este municipio y fue la chispa de una rebelión popular que ha estallado en las últimas horas, la cual se agudizará “con acciones no violentas pero firmes”, a partir de mañana lunes, según anuncian los líderes de esta ascendente irrupción social que tomó las calles de la capital pandina.

La semana de protestas comenzará con un cacerolazo que recorrerá las principales arterias de la ciudad, hasta desembocar en las puertas del Concejo Municipal.

Dentro la actual crisis general nacional que recrudece en todo el país, Pando es el eslabón más débil.

El pasado 10 de marzo, en audiencia pública, los concejales votaron para la realización de un nuevo estudio socioeconómico que establezca un precio accesible de la carne de res, y entretanto se fijó la rebaja de Bs 1.- sobre el actual precio al consumidor que roza los Bs 52 por kilo. La medida fue calificada como una burla por la población civil, pues no afecta a los empresarios ganaderos que prefieren exportar la carne al Perú con precio internacional, y a los dueños de friales que obtienen más del 50% de las ganancias en la cadena comercial.

Kifer Vinique, dirigente de la Central Obrera Departamental (COD), observó que el Concejo Municipal está compuesto por representantes de los sectores locales que medran con los precios altos de los productos básicos de la canasta familiar como ganaderos, gremialistas e incluso dueños de friales que figuran entre los 11 concejales.  El dirigente obrero propuso una negociación directa con los ganaderos y frialeros para fijar un precio sobre la base de Bs 25 el kilo gancho, pero no tuvo respuesta.

Tras la cuestionada rebaja de Bs. 1 al precio de la carne, como una bomba de tiempo estalló la ola de protestas que estuvo latente durante esta creciente crisis de la canasta familiar. Asumieron la vanguardia los mototaxistas que dinamizan la vida económica del municipio en el transporte público, con alrededor de 4.000 trabajadores sindicalizados.

El problema de la carne fue la punta del iceberg. El costo de vida en la ciudad de Cobija se ha constituido en el más encarecido de Bolivia. En una economía local que depende del real —la moneda brasileña—, la recesión y los bajos ingresos se agravan con el agio y la especulación sobre los productos de primera necesidad. El cuadro es más dramático ante el desabastecimiento de carburantes, mucho más severo que en el resto del país. El sábado, imágenes televisivas mostraban a ciudadanos agrediéndose en batalla campal para acceder a una garrafa de gas licuado en el mercado local. 

UN MOVIMIENTO CIUDADANO NO PARTIDARIO

Entre el martes y el jueves de la semana pasada, los mototaxistas realizaron marchas, mitines y bloqueos esporádicos interrumpiendo el flujo habitual con los municipios del lado brasileño, Epitaciolandia y Brasiléia. Se fueron sumando a la corriente ciudadana, paulatimente, otros sectores como maestros urbanos y rurales, transportistas, juntas vecinales, amas de casa y estudiantes.

El jueves se conformó un Comité de Defensa de la Canasta Familiar al que se integraron organizaciones barriales, grupos de mujeres profesionales y también una asociación de personas discapacitadas. 

“Esta crisis está golpeando sobre todo a los sectores más vulnerables de la sociedad” —dice Delfina Villafuerte que representa al movimiento feminista de Cobija—. “Imagínese, si nosotros de la clase media estamos sufriendo tanta penuria para llevar el pan a nuestros hijos, qué está sucediendo con tanta gente que no tiene ni un solo ingreso en esta recesión”.

El viernes se inició un paro general movilizado en el que la Federación de Maestros Rurales enarboló demandas que trascendían la problemática del costo de vida, poniendo en el tapete la incapacidad del Gobernador y del Ministerio de Obras Públicas para mantener expeditas las rutas camineras que conectan la capital con el resto del departamento. En este periodo de lluvias, debido al abandono estatal los caminos de Pando son lodazales intransitables como hace 20 años, perjudicando el despliegue de personal en la educación y la salud.

La Federación de Maestros Urbanos, por su parte, enarboló su pliego petitorio con reivindicaciones salariales y la exigencia de incremento de ítems, entre otras demandas.

Al promediar las 9:00am del viernes, los maestros y trabajadores del autotransporte emprendieron una vigilia en puertas del Concejo Municipal de Cobija, medida a la que se sumó la Federación de Mototaxistas que dio un paso más al frente, tomando las instalaciones del edificio consistorial que hoy está en manos de este movimiento social. “Aquí no entra ni una hormiga” arengó el dirigente mototaxista Daniel López Cayami.

SEVERAS CRÍTICAS AL CONCEJO MUNICIPAL

Este fin de semana Cobija amaneció en tensa calma, con el Concejo Municipal en manos de los ciudadanos que hacen vigilia en sus predios. Los presidentes de los barrios, en los cinco distritos del municipio, incluido el distrito rural en los bosques que circundan el río Acre, esperan las determinaciones del Comité de Defensa dispuestos al bloqueo de vías.

El transporte urbano, interprovincial e interdepartamental está eventualmente suspendido. Pasajeros con vuelos programados al interior del país, se dirigían caminando al aeropuerto Aníbal Arab Fadul cargando a pie sus equipajes. Los mercados de abasto están asediados.

A partir de mañana, lunes, regirá un plazo de 48 horas para que los concejales renuncien a sus cargos, al haberse establecido que el Consejo Municipal es la única institución pública de Pando que no ha tomado ninguna medida de austeridad para aliviar la crisis del IDH que perforó el presupuesto municipal.

Para el trabajo de once concejales existe una planta administrativa de 120 funcionarios que reciben sus sueldos sin ningún retraso, a diferencia de la Alcaldía que se ha visto obligada a reducir personal y hacer severos recortes en sus gastos, mientras la alcaldesa Ana Lucía Reis enfrenta más de un centenar de juicios, con órdenes de aprehensión vigentes, por deudas salariales arrastradas de la gestión pasada.

La concejal Aida Aguilera que representa a los mototaxistas, estaría siendo coaccionada por los concejales que representan a los ganaderos, frialeros y gremialistas; en las próximas horas pondría su cargo a disposición del Comité de Defensa; pero también trascendió que Aguilera dispondría la reducción de su dieta en un 50%, exigiendo similar conducta de sus colegas, medida que varios sectores exigen se aplique también para diputados y senadores.

En las últimas horas ha surgido una polémica en el seno de los mototaxistas: El Sindicato 9 de Febrero propugna radicalizar el bloqueo general hasta lograr la renuncia de los concejales; pero el  Sindicato Abaroa se muestra más cauteloso para evitar un desemboque violento adoptando una vigilia de 48 horas, y un cacerolazo, hasta que los concejales den respuesta a la demanda popular de austeridad y renunciamiento, inexcusables en esta crisis sin precedentes de la canasta familiar.

////SOL DE PANDO/////