Marcelo Gómez García, presidente de la Unión de Bananeros del Trópico de Cochabamba (Uniban), advirtió que esta situación impacta la cadena logística y reduce el flujo de exportaciones hacia Argentina, el principal mercado para este producto boliviano.
Los productores de banano del trópico de Cochabamba enfrentan una crisis que pone en peligro su capacidad de producción y competitividad en el mercado argentino. Al no contar con acceso al diésel subsidiado para transporte, se ven obligados a comprarlo en el mercado negro, donde el precio alcanza hasta 20 bolivianos por litro, lo cual eleva los costos de transporte y amenaza sus exportaciones. Marcelo Gómez García, presidente de la Unión de Bananeros del Trópico de Cochabamba (Uniban), señaló que esta situación afecta la logística y disminuye el flujo de exportaciones hacia Argentina, el principal mercado para esta producción.
Luego de que los bloqueos de carreteras impulsados por sectores afines a Evo Morales mantuvieran paralizada la región durante 24 días, se ha restablecido el tránsito de entre 150 y 200 camiones de banano, generando ingresos de hasta cuatro millones de dólares en los primeros cuatro días. Gómez estima que, si se mantiene el suministro de diésel, las ganancias semanales podrían oscilar entre dos y cuatro millones de dólares hasta marzo de 2025.
A pesar de todo, la falta de combustible continúa siendo un obstáculo serio. Los transportistas de banano y otros productos agrícolas enfrentan largas filas en las estaciones de servicio, lo cual retrasa el transporte y compromete la calidad de los productos. Gómez enfatizó la necesidad de un suministro de diésel constante y eficiente, ya que el banano es perecedero y no puede detener su flujo sin provocar pérdidas importantes.
“La cosecha de banano es continua, no puede detenerse. Si no se recoge, se pierde”, explicó Gómez, destacando la vulnerabilidad del sector ante los retrasos. Esta situación también coloca a los productores bolivianos en desventaja frente a competidores de Paraguay, Colombia y Brasil, que empezaron a ganar cuota en el mercado argentino. “Si no se soluciona el problema del diésel, Bolivia corre el riesgo de perder su posición en Argentina, lo cual tendría graves repercusiones para las economías locales”, advirtió.
El sector bananero ha iniciado un diálogo con el Ministerio de Hidrocarburos, cuyo ministro, Alejandro Gallardo, prometió mejorar el acceso al combustible en las áreas productoras. Marcelo Gómez expresó confianza en este compromiso y destacó la importancia de la colaboración para reactivar la economía. Actualmente, el sector aporta entre tres y cinco millones de dólares semanales en divisas, un ingreso crucial ante la escasez de dólares en Bolivia.
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