La suspensión de exportaciones de gas hacia Argentina deja a Bolivia dependiendo únicamente de Brasil, lo que podría generar serias consecuencias económicas, según advirtió la Fundación Jubileo.

La reciente paralización de las exportaciones de gas boliviano a Argentina ha expuesto una preocupante dependencia del mercado brasileño, que ahora es el único comprador significativo de este recurso. Raúl Velásquez, analista de la Fundación Jubileo, expresó su preocupación por la vulnerabilidad que esto representa para la economía del país, en un contexto de decreciente producción de gas y falta de diversificación de mercados.

A pesar de que YPFB ha intentado minimizar el impacto de esta situación, asegurando que Brasil tiene una demanda energética robusta, el analista Velásquez destacó los riesgos inherentes a depender de un solo mercado. “Esto nos deja a merced de las condiciones que Brasil imponga en términos de volumen, precio y tiempos de envío”, señaló.

El problema se agrava con la reducción continua en la producción de gas. Según Velásquez, la producción ha disminuido de 36 a 30 millones de metros cúbicos por día en los últimos años, sin proyectos significativos en el horizonte. Esto afecta no solo a YPFB, sino también a las entidades subnacionales que dependen de los ingresos provenientes del gas, como gobernaciones y alcaldías, a través del IDH y las regalías.

Desde 2015, la Fundación Jubileo ha recomendado al Gobierno la exploración de nuevos mercados, como Paraguay y Uruguay, aunque hasta ahora no se han concretado avances en esa dirección. La disminución en la producción y la falta de diversificación siguen siendo obstáculos clave para el sector hidrocarburífero boliviano.