Tras confirmarse la muerte de dos subtenientes de la Policía Boliviana en Llallagua, el presidente Luis Arce convocó a una reunión urgente con los ministros de Gobierno, Defensa y Justicia, además del Alto Mando Militar y policial. El encuentro se lleva a cabo en la Casa Grande del Pueblo desde las 17:00, con el objetivo de evaluar la crítica situación en el norte de Potosí, donde los uniformados fueron emboscados y atacados por sectores movilizados que exigen la habilitación de Evo Morales como candidato presidencial.

La violencia estalló durante un operativo de desbloqueo, donde la Policía denunció que los seguidores de Morales utilizaron armas de fuego, explosivos y petardos contra los efectivos. Desde el Comando de Oruro se reportó la muerte del subteniente Carlos Enrique Apata Tola, mientras que horas antes el Gobierno ya había confirmado el fallecimiento del subteniente Jorge Barrozo. “Fue una jornada muy difícil”, relató un jefe policial al describir el enfrentamiento en la carretera.

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Los bloqueadores, además de obstaculizar el paso de heridos y suministros médicos, atacaron desde cerros lanzando piedras contra los efectivos. El Gobierno atribuye estos hechos a una estrategia violenta y no a una demanda legítima. Las autoridades nacionales recalcaron que se tomarán medidas para restablecer el orden, responsabilizando directamente a los afines a Evo Morales por esta escalada de violencia.