El ministro de Hidrocarburos, Franklin Molina, explicó este jueves que el gobierno gasta 2.000 millones de dólares al año en subsidios al diésel y a las gasolinas. La misma cantidad será asignada para esta administración.

“Durante la gestión 2023 (la subvención) llegó a cerca de 2.000 millones de dólares y (se requiere) un monto similar para esta gestión 2024”, dijo Molina en conferencia de prensa.

Las autoridades dicen que la subvención hace 15 años era de unos 200 millones de dólares, una décima parte de la cantidad actual. Dijo que la compañía está trabajando actualmente para reducir los costos de importación de combustible del país.

“A parte del plan de exploración, desarrollamos actividades para el control del contrabando y, de esa manera, sacamos los decretos 4910 y el 4911”, mencionó Molina.

En el mensaje presidencial de este gobierno del 6 de agosto, Luis Arce propuso un referéndum que contenía tres preguntas, una de las cuales era sobre si se debían mantener los subsidios a los combustibles en el país.

El presidente ha reconocido anteriormente que el Estado boliviano paga más por las importaciones de gasolina y diésel.

“Lo más patético es siempre el tema del diésel. En 2015, el 50% importábamos y 50% producíamos;  pero como los niveles de gas que teníamos van cayendo y el agotamiento de los campos hoy estamos importando el 86% de diésel y solo estamos produciendo el 14%”, afirmó el mandatario el pasado 11 de junio.

Fuente: Brújula digital