El reciente informe sobre los cultivos de coca en Bolivia, presentado por la Unodc el lunes en la Cancillería, menciona que existen 12.000 hectáreas de plantaciones ilegales, con las cuales se podría producir hasta 143 toneladas de cocaína
El Gobierno prevé la modificación de la Ley General de la Coca N° 906 por la “sobreproducción” ilegal de esta hoja en el Chapare, pero los parámetros dependerán de un nuevo estudio que establezca cuánto se necesita realmente para el consumo tradicional en Bolivia, de acuerdo con la explicación del viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, Ernesto Justiniano.
La autoridad anunció que el siguiente Informe de Monitoreo de Cultivos de Coca en Bolivia 2025, de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc), podría confirmar que existen 18.000 hectáreas de coca excedentaria.
Justiniano explicó que antes de confirmar una modificación a la Ley 906, para disminuir la cantidad de cultivos permitidos en el Chapare, primero se debe medir bien y debe ser con una respuesta técnica. “Para ello debemos saber cuánto se necesita hoy para el consumo tradicional en Bolivia. No queremos inventarnos cifras ni implementar políticas con ideologías; debemos decirle a la comunidad boliviana e internacional cuánta coca es la que realmente se necesita para el consumo en Bolivia”, insistió el viceministro.
El anuncio lo dio ayer, durante un encuentro con periodistas organizado por los representantes de la Unodc y la Unión Europea. En la reunión, además, se proporcionaron detalles sobre las razones políticas que influyeron en el retraso sobre la entrega del Informe de Monitoreo de Cultivos de Coca – 2024.
“Bolivia tiene más coca de lo que necesita para los usos tradicionales. Los cultivos no se han mantenido en 22 mil hectáreas (el límite fijado en la Ley 906); hasta 2024 estaban en 34 mil y probablemente en el próximo informe (de 2025) vamos a tener casi 40 mil hectáreas, porque este año se ha erradicado muy poco, apenas 1.700 hectáreas”, expresó el viceministro.
En ese contexto, el Coordinador regional de la Unodc, Leonardo Correa, confirmó que existe un compromiso con Bolivia para que, al margen del informe anual, se trabaje en el estudio enfocado en el tema de consumo y uso tradicional.
El viceministro explicó que se busca involucrar en la elaboración del informe a representantes del sector cocalero, de entidades académicas y otras, que den fe de la transparencia de los datos.
Justiniano prevé que, una vez que se conozcan estos datos, se iniciarán las negociaciones con los sectores cocaleros del Chapare que, según dijo, este año impidieron el ingreso de los miembros de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) para los trabajos de erradicación de cultivos ilegales, principalmente en el trópico de Cochabamba.
Esa zona es conocida como el bastión político del expresidente Evo Morales.
Datos relevantes
Los datos que dan lugar al debate sobre la posible disminución de hectáreas de cultivo de coca autorizadas para el Chapare y las Seis Federaciones de Cocaleros, presidida por Morales, tienen que ver con el destino de la coca producida en ese sector y la cantidad de cocaína que se podría producir con la misma.
Según el Informe de Monitoreo de Cultivos de Coca en Bolivia – 2024, financiado por la Unión Europea (UE), los cultivos de la hoja se incrementaron un 10%, al pasar de 31.000 hectáreas en 2023 a 34.000 hectáreas el año pasado.
Asimismo, el informe de la Unodc detalla que el 91,5% de las 37.215 toneladas métricas de hoja de coca producidas en 2024 en el trópico de Cochabamba (Chapare) tuvo como destino el mercado ilegal.
“Sabemos que la coca del Chapare no va al acullico, va al narcotráfico”, afirmó Justiniano.
El informe estima que, con ese volumen de producción, las organizaciones criminales podrían haber producido al menos 184 toneladas de cocaína.
“Reduciendo las zonas de producción autorizadas establecidas en la Ley General de la Coca 906 de 2017 (Artículo 16, inciso V) de 22.000 hectáreas, destinadas al cultivo para propósitos lícitos, la producción potencial de cocaína se estimaría en 143 toneladas (57,7 toneladas del Norte y Yungas de La Paz y 85,3 toneladas del Trópico de Cochabamba) para 2024”, detalla el documento de la Unodc.
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