El MAS intensifica el uso de recursos públicos y plataformas estatales para impulsar su discurso político en un momento crítico

En medio de una creciente incertidumbre electoral, el gobierno ha aumentado el uso de recursos públicos, plataformas institucionales y vocerías estatales para hacer campaña a favor del Movimiento al Socialismo (MAS). Ministerios, viceministerios y diversas entidades del Estado difunden mensajes alineados con la narrativa del “bloque popular”, promoviendo simbología y mensajes vinculados directamente al MAS-IPSP.

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Recientemente, el presidente Luis Arce propuso al Estado como un “catalizador” para la unidad de la izquierda, en un acto oficial donde no se distinguió entre lo institucional y lo partidario, generando críticas por la confusión de roles.

La una reciente publicación en una cuenta oficial del Ministerio de Defensa, muestra banderas del MAS junto a mensajes que exaltan las victorias políticas del partido desde 2005 y firmado por el ministro de Defensa, Edmundo Novillo.

Este despliegue ocurre mientras el precandidato oficialista, el ministro Eduardo del Castillo, apenas alcanza menos del 2% en las encuestas, llegando incluso a menos del 1,5% en algunos estudios, situación que ha alarmado al oficialismo y ha llevado a hablar de una “unidad urgente”.

El uso del aparato estatal para fines partidarios viola principios democráticos y representa un abuso de poder que debe ser vigilado por la ciudadanía y organismos de control.