El Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) celebró la decisión del Gobierno de levantar la suspensión temporal a las exportaciones de aceite refinado, una medida que había generado tensiones en el sector productivo. Gary Rodríguez, gerente general del IBCE, calificó el acuerdo como un paso positivo y enfatizó que «hay satisfacción en saber que se vuelve a la normalidad, que nunca debió interrumpirse». Rodríguez advirtió que cualquier restricción a las exportaciones no solo afecta la economía, sino también la credibilidad del país en los mercados internacionales.

La medida fue anunciada por el ministro de Desarrollo Productivo, Néstor Huanca, quien argumentó que el abastecimiento interno y los precios del aceite se estabilizaron. No obstante, el Gobierno dejó abierta la posibilidad de reinstaurar la suspensión si no se cumplen los compromisos internos. Rodríguez aprovechó para destacar el valor del diálogo público-privado, afirmando que “el diálogo funciona” y que esta experiencia debería ser una lección para fortalecer la cooperación entre ambos sectores. Subrayó que la inversión, la producción y la exportación son claves para el desarrollo económico.

Rodríguez comparó la relación entre el Estado y el sector privado con un «matrimonio» donde la comunicación y los objetivos comunes son fundamentales. Enfatizó que el empresariado cumple su rol al generar empleo y abastecer el mercado, mientras que el Estado debe garantizar estabilidad y seguridad jurídica. Finalmente, hizo un llamado a trabajar en conjunto, alejando las diferencias políticas, ya que «el empresario no hace política; es tomador de políticas públicas». Concluyó que el crecimiento del país depende de evitar decisiones unilaterales y priorizar consensos para garantizar un desarrollo económico sostenible.