Las intensas lluvias del fin de semana en San Julián, Santa Cruz, han dejado 92 familias afectadas en 22 comunidades. Las inundaciones anegaron viviendas, cultivos y vías, generando una emergencia en la región. El sábado, los comunarios utilizaron herramientas y maquinaria para cavar una zanja sobre el pavimento, con el objetivo de drenar el agua acumulada, lo que causó la destrucción de un tramo de la carretera que conecta con Trinidad, Beni.
La interrupción del tránsito obligó a habilitar un desvío de 14 kilómetros, generando pérdidas económicas por tiempo y combustible. La Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) informó que la reparación de la vía podría tardar al menos 20 días.
La población de San Julián ha solicitado ayuda a las autoridades municipales y a la ABC, demandando una solución definitiva a las inundaciones recurrentes que enfrentan cada año.
Las familias afectadas también necesitan asistencia humanitaria para acceder a alimentos, agua potable y servicios básicos, mientras enfrentan la pérdida de sus bienes y medios de subsistencia. Este caso evidencia la necesidad de una planificación integral para mitigar el impacto de las lluvias en las zonas rurales más vulnerables del país.
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